Primera clase de Cuidado de criaturas mágicas [Prof. D. Jacobi]

Años de tortuosas clases de Cuidado de Criaturas Mágicas. No era como si en realidad fueran un martirio, sin embargo desde el inicio le había parecido difícil y por ende, frustrante. Muy frustrante. Los animales no eran lo suyo, ni siquiera los muggles. Seguía creyendo que el que ella estuviese en esa clase era casi un milagro. Realmente el que ella estuviera allí era casi por mera obligación, puesto que su madre no admitiría una baja calificación en la materia que tanto había adorado de joven

Sin embargo, no dejó traslucir su fastidio. Con una sonrisa entre tímida y suave, ingresó al aula percatándose de que era la primera en llegar. Reparó en el profesor, allí mismo ya y le miró con disimulada curiosidad. Era nuevo y no le conocía y a ella le gustaban mucho las cosas nuevas.

—¡Buenos días, profe! —saludó sin reparos, dirigiéndose hacia una de las filas centrales para dejar sus cosas. —Que guapo viene hoy

Dejó la mochila al lado de la silla y se sentó en un pupitre de cara al pasillo que se formaba entre estos, aun observandole.

Arqueé las cejas ante el saludo de la primera alumna en cruzar la puerta. Fue tan espontáneo y poco serio, que me dejó extrañado.

¿Profe? ¿Qué manera era esa de dirigirse a un enseñante? Reprimí un suspiro y traté de sonreír, pero no me salió muy bien, la chiquilla se tomaba demasiadas confianzas, aunque no sería duro con ella, no el primer día, los nervios me iban a impedir mostrarme inflexible el primer día.

- Buenos días - Devolví el saludo metiéndo las manos en los bolsillos del pantalón de tela a la vez que corregía mi postura poniéndome recto- Gracias.

Hice una ligera pausa para acercarme a mi mesa y mirar la lista de alumnos.

- ¿Y usted es...? - Pregunté estrechando los ojos y repasando los nombres.

Criaturas magicas era una de mis tantas asignaturas favoritas, me encantaba saber todo lo posible sobre las criaturas magicas, quizas por haberme criado basicamente entre unas personas muy peculiares: padre y hermano licantropos,padrino vampiro o algo asi y tios adoptivos elfos..asi que desde pequeña mi curiosidad por todas las criaturas magicas crecia año con año..

Llegue puntualmente a mi clase como lo hacia siempre, el profesor que nnos tocaria no le conocia y queria que tal daria la clase, entre al aula con paso firme pero suave como si mis pies tocaran apenas el suelo con delicadeza, observe que el profesor y una alumna ya se encontraban ahi.

-buenos dias-me dirji hacia ambos en primer lugar hacia el profesor que se veia muy joven, me dirji hacia la segunda mesa de la tercera fila.

Esa era una clase que definitivamente me gustaba de la cual no me quejaba, sin embargo el cambio de profesorado me parecía poco adecuado, ya me había acostumbrado a mi antiguo profesor pese a sus constantes bromas acerca de mis orejas… su nivel de enseñanza era riguroso y adecuado para perdonarle tal atrevimiento descortés. Cambiar de profesor sólo significaba empezar de nuevo y, por precaución antes de entrar al aula me puse una gorra y entré al aula donde ya estaban dos chicas, una era Selene, como si fuera tanta sorpresa que ella fuera de las primeras en llegar, y la otra muchacha no estaba dentro de mis conocidos.

—Buenos días—Saludé con cortesía y pasé a tomar asiento en medio de la sala. Contuve una risa disfrazándola de sonrisa al ver el atuendo del que se hacía llamar nuestro nuevo profesor, bastante joven.

Me quedé sentado mirando los detalles de la sala, esperara que la clase fuera interesante, como muchas que había tenido acerca del tema, las criaturas eran como mi segunda familia, había pasado casi toda mi vida conviviendo con ellas, desde unicornios hasta dementores… yo incluso era considerado “una criatura mágica”…

Anude apresuradamente los cordones de mis zapatos, estaba apurada pero no tan desesperada para correr el riesgo de caerme en mitad del pasillo a causa de pisar las cuerdas de mi calzado. Luego de hacer aquello camine a un ritmo vivo, no quería llegar tarde a la clase, ya había faltado a la anterior, la de posiciones, y no quería tener otro motivo para que me reprochen; además esta materia no podía ser tan mala ¿o sí?

Atravesé la puerta pudiendo apreciar que era la cuarta persona en entrar, entre ellas Lukas, mi hermano, y Selene, la chica del gato perdido aquella vez de la guerra de comida- emm.. Buenos días- salude distraídamente al darme cuenta de que debía decir algo, al parecer no llegaba tarde, algo verdaderamente extraño en mi. Me ubique detrás de Lukas, deje mis utensilios os sobre la mesa y me acomode en mi lugar a la espera de que comenzara la clase.

Mire al profesor con curiosidad, parecía demasiado joven para ser profesor, esto en realidad no era un prejuicio, lo que pasa es que estaba acostumbrada a que los profesores tengan los cabellos canos y la espalda levemente arqueada a causa de la edad, pero suponía que la sabiduría y experiencia no variaba, no importaba la cantidad de años seguramente sería un buen profesor de igual modo, o eso esperaba, la comprensión instantánea no era mi fuerte.

Al entrar lukas gire automaticamente para verlo, reconoci su precencia mucho antes de que hablara,al mismo tiempo enfoque disimuladamente mi mirada en el pizarron,realmente aveces me molestaba esto, me sentia muy bien cuando lo miraba oh estaba con el, pero maldecia por estar enamorada de un chico tan arrogante,pareciera que me tenia echizada..

Darya tambien entro, poco a poco llegaban mas alumnos , al hacer el profesor su presentacion me parecio un joven con grandes ideas ademas seria reto ver hasta donde podiamos llegar con el como nuestro profesor.

Levante primeramente mi mano cuando termino de hacer su pregunta, despues me levante permaneciendo en mi lugar para presentarme

-Mi nombre es Selene Montesco, elegi esta materia por que desde niña me parece facinante que todas estas criaturas existan junto con nosotros,realmente me interesa saber todo sobre ellas, sus hablidades,su forma de vivir y que podemos hacer nosotros para respetarlos y que nos respeten, de esta materia espero saciar todas mis dudas y curiosidades, por su puesto dare lo mejor de mi y espero lo mismo de usted-

Antes de que pudiera responder con plena libertad, una chica ya había entrado en la clase. Me giré un poco para verla hasta que se sentara, pero no la conocía. Al menos no sabía su nombre. Podía sonarme de vista pero anda más.

Suspiré. Aquello sería largo.

Cabeceé como saludo hacia el segundo alumno que entró después de mí, al que tampoco conocía. Vaya, estaría en una clase llena de gente desconocida, pero eso no era malo, ¿no? Me mantuve jugueteando con una pluma entre los dedos mientra sucesivamente llegaba más gente. Antes de que me diese cuenta, el profesor ya había cerrado la puerta y se estaba presentando. Atendí perfectamente, pensando que el color de los ojos del profesor era bastante curioso.

Tras escuchar asimismo la presentación de la tal Selene, miré a los lados y como nadie más se decidía, lo hice yo me levanté despacio, estirada en parte. Tomé aire.

—Mi turno~ -casi canturreé—Mi nombre es Nashira Sattler. Al contrario que aquí mi compañera, yo elegí esta matera porque mi madre es devota de las criaturas mágicas y por así decirlo, ando algo obligada. No digo que me sea aburrida, porque hablar de algo que realmente no has probado de verdad no es justo, así que espero llegar a apreciar sus clases como se merece, estoy segura de que usted enseña bien, así que no creo que haya problemas con eso ~

Sonreí amplio y volví a sentarme, repentinamente calladita y dispuesta a oír al siguiente.

Nota: Para que esto no se haga eterno, espero hasta esta tarde, si los que faltan por presentarse, aún no lo hicieron, damos por sentado que ya dijeron sus nombres y continuamos, ¿De acuerdo? Saludos.

Vi que las personas empezaban a presentarse y al no ponerse de pie nadie más asumí que era mi turno… no veía la cuestión de dicha actividad, simplemente nos hacía perder minutos de la clase, la cual era mucho más importante que saber el nombre de los demás, cuando te interesa conocer a alguien lo averiguas directamente y ya, y si no te interesa simplemente le ignoras.

Me puse de pie con elegancia pero no hablé al instante. Mis oídos captaron un sonido de pasos presurosos acercarse a la puerta, paso de un chico que llegaba tarde, segundo después la puerta se abrió y por ella entró James… ese chico torpe y tonto, no tenía nada en su contra, de hecho me agradaba un poco, excepto por su sentido de inferioridad podría llegar a ser buena compañía.

Esperé a que el alboroto que Burns había armado se calmara un poco antes de empezar a hablar. Me aclaré silenciosamente la garganta y dije en tono casual, bajo y tranquilo.

—Lukas Von Weillshmidt. No estoy seguro de considerar esta una asignatura indispensable para la formación académica de un mago; estoy de acuerdo que es correcto conocer acerca de los demás seres que habitan este mundo, su forma de vida y costumbres para lograr comprenderlas; nunca he considerado a otras criaturas como viles bestias inferiores a cualquier otra… bueno quizás un gusarajo si… el punto es que me agrada tener una relación diplomática con otros seres con los cuales compartimos el mundo. Asumo también que dichas ideologías provienen también por parte de mi madre y su gusto por mezclarse con… seres de diferente naturaleza a la humana. Al igual que la señorita Sattler podría decir que mi madre es "devota" de éstas... entre mas pueda relacionarse con ellos mejor y como no es buena madre suele meterme en sus asuntos de embajadora entre criaturas y humanos por parte de la monarquía.

Concluí casi en una risa, dándome cuenta de cuanta influencia tenía Alexia en mí y la educación que me había formado desde pequeño. Miré detenidamente al profesor analizándole minuciosamente… era bastante interesante… y después de dar mi veredicto personal hacia él volví a tomar asiento en silencio.

Puse los ojos en blanco ante la respuesta del profesor, me desagradaba que nos tratara como niños nacidos muggle de primer año, era desagradable y repentinamente me recordó a Caleb Montesco con su acostumbrado buen humor y ánimo exaltante… llegaba a ser incluso abrumador, si hubiera sido un ignorante habría pensado que era cosa de licántropos, pero no se trataba más que de una desagradable coincidencia.

Saqué entonces un pergamino y me puse a garabatear algo al azar en el idioma de los elfos, no obstante mi concentración seguía inmersa en la clase esperando que algo interesante sucediera pronto, entre los susurros que cernían el aula, el rasgueo de mi pluma y los ruidos que se unían discretamente a esa sinfonía discordante, se alzó de la nada un zumbido que se hizo más fuerte poco a poco como el de una gran abeja, la criatura pasó volando cerca de mi y así como llegó su zumbido se enmudeció junto con el resto de clase siendo el silencio roto por la voz de Jacobi. Sin levantar la mirada de mi pergamino hablé nuevamente aunque de forma distraída, como si me hubieran hecho directamente una misma pregunta cientos de veces en medio de la hora de té, tratando de mantener la educación y haciendo lo que ordenaba el protocolo.

—Doxy—dije mesuradamente—Similar a un hada, aunque errónea comparación pues son completamente diferentes, quizás su complexión es similar… no por nada es conocida como el “hada mordedora” con sus pequeños colmillos inserta un líquido venenoso que si no se toma el antídoto correcto puede ser fatal a la víctima. Su índice de reproducción es bastante alto entre 500 y 600 huevos con un periodo de eclosión de dos a tres semanas. —Finalmente levanté la mirada y vi directamente a los ojos al profesor como si esta fuera una charla seria únicamente entre él y yo. —Me parece extraño que la tenga aquí, ellas prefieren los climas fríos, el Caribe obviamente no es algo que creo le agrade mucho, tanto sol y humedad…

Desvié la mirada del profesor a la pequeña Doxy, su expresión era siniestra que me agradó, una especie poco agradable a la vista, sus ojos un par de esferitas negras mostraban la malicia de dicha criatura, le devolví la sonrisa y volví a mi pergamino.

¡La &%$# suerte que me cargo! ¿Cómo me pude quedar dormida antes de mi primer clase? ¡La primer clase! Corrí por el pasillo con una tostada en la mano izquierda y mi bolso en la derecha, tratando de peinarme antes de llegar. No me cabía ninguna duda de que presentable no estaba, e inclusive me llegué a preguntar si valdría la pena entrar. Si me quitaban puntos por mi impuntualidad quizá algún Kuang me asesinara...

Bah, ni que fuéramos Trytian -me espeté mentalmente, deslizándome al dar una vuelta y casi chocando contra el muro de piedra que había enfrente. No estaba dispuesta a dejar que un estúpido despertador me ganara la batalla, aún si era casi un suicidio hacerlo. Había cada profesor que mejor ni contaba...

Toqué la puerta con los nudillos y me sacudí las boronas de pan que habían quedado en mi ropa y en mis labios. Después volví a acicalarme el pelo, y finalmente me atreví a entreabrir la puerta.

-Bonjour, enseignante -ni me di cuenta de lo que había dicho-. Lamento llegar tarde. ¿Me permite pasar?

la explicacion de lukas habia sido correcta,no me sorprednia ya que a pesar de esa extraña personalidad con un raro toque de encanto, siempre habia sido muy bueno en las materias quizas por que habia estudiado en casa donde tenia mayor concentracion, por lo visto no traia su camara para tomarle una foto.

Mire con gran curiosidad ala criatura que habia traido el profesor, nunca habia visto una en vivo, me pare automaticamente despues de sui pregunta..

-se entiende por Hada: ser fantástico con forma de mujer y a la cual se le atribuyen poderes mágicos. Para los sajones la palabra “ferie” hace referencia al mundo de las hadas como entidad, se refiere a un lugar geográfico. En español se convierte en “féerico”, que significa maravilloso o fantástico, aplicándolo a por ejemplo, la música féerica o de las hadas-dije clara y pausada con perfecta diccion -bueno esa solo es una de las definiciones que hasta en libros muggles esta, una mas precisa y no tan textual, seria que un hada, puede ser de diferentes tamaños diminutas o hasta del tamaño humano, son un poco parecidas alas veelas en lo que es su aspecto, y tienen un lazo con cada elemento natural-en cuanto termine mire al profesor segura .

Spoiler:

Agradecida por pasar desapercibida entre los alumnos, escuche la presentación de cada uno de ellos y su observación sobre la materia; la mayoría no tenía una gran fundamentación para asistir a esta aula, yo misma no la tenía, pero escuche interesada alguna de ellas. La de Lukas por ejemplo, me gustaba saber cosas de el ya que hacía años que no lo veía y suponía que había cambiado sus gusto, además era realmente alentador saber que había sido influenciado por Alexia, que haya heredado cosas de ella.

Tome una pluma y dibuje distraídamente mientras seguían las presentaciones únicamente con el sentido del audio, con alguna que otra interrupción causada por un alumno con retraso. Me sentí aliviada, no sería la única que llegaría tarde a las clases teniendo en cuenta a estos jóvenes, pero intentaría que esta no fuera uno de esos casos, al parecer el profesor no era demasiado flexible con respecto a eso.

Desvié mi vista de mi supuesta “obra de arte” para ver a una horrenda criatura de pelaje negro y alas desparejamente feas que me recordaron a las de un escarabajo, fruncí mis labios con desencanto cuando dejo a la vista sus largos y filosos dientes ponzoñosos, claramente no era de mi agrado pero tampoco me causaba miedo ya que la diferencia de tamaños estaba a mi favor. Hice un pequeño boceto de la desagradable figura y anote palabras dispersas sobre aquella especie, era bueno saber sobre aquellas cosas con las que te podías cruzar accidentalmente durante tu vida. Escuche el cuestionario y sus respectivas respuestas sin ánimo de contestar ninguna pero prestando la atención necesaria.

Comencé a dibujar un hada ahora, me parecían criaturas muy bellas; pero solté la pluma al percatarme de que el profesor le hacia una pregunta directamente a la joven que no hacía demasiado rato había traspasado la puerta, con gran retraso.