¿Acaso hice mal? (Silver-Lukas)

La miró apoyado en una de las mesas frente al escritorio, tenía los brazos cruzados y con su mirada suspicaz seguía cada uno de los movimientos de la chica rubia, ni siquiera se inmutó cuando notó su mal humor ni al escuchar lo que decía en contra de su esclava, algo que le tenía muy sin cuidado. Captó cada uno de sus gestos furiosos, cada una de sus miradas iracundas y el semblante sombrío en su rostro, no obstante estaba listo para cualquier cosa, no era un experto en el tema de vampiros ni mucho menos en “¿Qué hacer si tu compañera semi-vampira está al borde de sus emociones?”

—Tranquila, no la estoy protegiendo a ella—pone los ojos en blanco—evito que te metas en problemas y evito que cometas un asesinato del cual te puedes arrepentir después, quizás la muggle no te agrade pero no creo que quieras llevar en tu conciencia esa clase de cosas, no te gustaría. Y claro… tampoco quiero quedarme sin esclava, me costó mucho dinero y tampoco tendría quien recoja mi habitación, las labores domésticas no son para mí.

Cruzó el aula acercándose a ella hasta que pudo estar frente suyo, la tomó de los brazos y la miró directamente a los ojos, aún podía ver un rastro ligeramente carmesí en el fondo de sus claros iris.

— ¿Desde cuando sabes que eres híbrida? —preguntó sin andarse con rodeos.

Para Lukas esa era una situación seria que quizás Selene no viera de la misma manera porque sentía que aún le faltaba mucho por madurar y por entender… nuevamente se tuvo que recordar a él mismo que no todos los chicos de su edad habían sido criados de la misma manera que él, que existían personas distintas en el mundo, con diferentes ideales y mentalidades, y aún no entendía porque se estaba tomando tantas molestias con ella.

Con pasos largos y decididos llegó hasta el umbral, la tomó del brazo y la metió dentro nuevamente, volvió a cerrar con llave y esta vez se recargó contra la puerta impidiéndole el paso.

—Te hice una pregunta, Selene ¿Desde cuando sabes que eres mitad vampira? ¿No te importa ir por ahí haciéndole daño a las personas?

La tomó del mentón evitando acercarse demasiado, no quería que volviera a besarlo, porque en esos momentos no estaba de humor para eso.

—Selene… eres más que una niña mimada, la chica mala, la que busca que los chicos se fijen en ella, la que trata de seducirlos… no seas como tu madre.

Él sabía que sus palabras eran duras, que quizás ella se enojaría, que era poco correcto hablar de esa manera a una chica y hablar de esa manera de un mago adulto que además era su profesora, pero de alguna manera sentía lástima por Selene.

Se apretó el puente de la nariz, hastiado de lo mismo, por momentos quería dejarla ahí y ocuparse de sus propios asuntos, pero no podía ser indiferente ante lo que estaba ocurriendo, Alexia no lo querría… además estaba al tanto de que estaba frente a la hija no solamente de Cassidy Silver, sino también de Andrés Bogliachino, nunca había sido de su agrado pero después de todo era como parte de la familia de su madre y había crecido tratándolo como su tío.

—No, no me gusta esa repugnante muggle—respondió molesto, ¿cómo esa plebeya se atrevía a hacer semejante afirmación? —Sólo, deja de meter a Sea, esto no tiene que ver con ella, no se trata de “esa mujerzuela” como tú la llamas. Selene se trata de ti y de lo que eres, lo que has hecho y lo que podrías hacer.

La tomó por el mentón y la miró directamente a los ojos suavizando su mirada para no asustarla o algo parecido.

—Sólo te quiero ayudar, Selene… puede parecerte muy sencillo pero yo sé que no lo es. No siempre se puede luchar contra los instintos.

Que Selene Silver se fuera al demonio, pensó Lukas, enojado. Le lanzó una mirada iracunda, sin cuidar controlar sus emociones en ese momento ni en ningún otro mientras se tratara de esa rubia sin cerebro que tenía delante, se dio cuenta de que no valía la pena ni como persona ni como mujer, era otra niñata simple e inmadura que solo se preocupaba por sí misma.

—Sobre lo que se refiere a Sea yo se lo que hago con ella, estoy fastidiado de que intentes quitarla del camino, de que te vayas encima de ella como si te estorbara, es mi esclava y su futuro solo me concierne a mí, cuando me aburra de ella yo sabré como deshacerme… siempre sé como deshacerme de los estorbos… No entiendo tu afán de meterla siempre en el tema, no importa cual sea, SIEMPRE tienes que sacar el tema de mi esclava… yo no recuerdo meterme en ningún momento con el lunático de tu esclavo, qué, sinceramente debería estar en un sanatorio mental y no vagando por ahí como mariposa gritando a los cuatro vientos que quiere… algo con mi madre—hizo una mueca de asco sólo de pensarlo. —Te advierto, Silver, si tú haces algo para que yo me quede sin esclava, te obligaré a pagar esos 600 galeones con sangre, sabrás quien es en realidad Lukas Emir Maythar Von Weillschmidt.

Se hizo a un lado para que la rubia se fuera… él siempre sabía como deshacerse de los estorbos, y, Selene se había convertido en uno desde ese momento, prefería mantenerla lejos.