En territorio enemigo *Yahet*

Cobarde hah?, lo dice quien se oculta entre el polvo y el humo- apunté yo.
Lo sentía cada vez más proximo a ocurrir, mi yo despertando por completo con toda su furia y crueldad.
-Vamos sal o te hare salir.- le adverti- Alce mi varita y grite- Avada kedavra!
A un punto impreciso esperando atinarle pero dado que no escuche ningun cuerpo caer, asumi que habia fallado el tino. Mientras tanto cada vez se desbordaba más de mi, mi verdadera naturaleza, es más estaba seguro que el olor a azufre ya era notable.
Homenum Revelio- grite para tratar de localizarlo y lo hice o algo asi porque se estaba desplazando por todo el lugar a una velocidad increible y debido a lo mismo el efecto del hechizo no perduró mucho.
-Muy bien, no quieres salir creo que te voy a hacer salir.
Hice que uno de los hombres que me resguardaba se colocara enfrente de mi, sus ojos sin expresión alguna por la maldicion imperious se encontraron con los mios, y con un movimiento languido de mi varita al tiempo que girtaba- Diffindo!
Le rebane la garganta, la sangre salio disperada en todas direcciones. Contemple el cuerpo sin vida y desangrandose de esa alimaña ahora en el suelo para luego alzar la vista y decir con tono divertido.
-Los mataré uno por uno hasta que salgas. Tal vez por ser unos inutiles muggles te importe un pepino pero si no, vendrás a mi!
Y luego maté de la misma forma al otro hombre, solo quedaban la mujer que no pasaba de los 25 años y los niños que seguramente ni los 12 años cumplidos tenían.
Estaba a punto de asesinar tambien a la mujer cuando se vino a mi cabeza una mejor idea.
Alce mi varita y con un movimiento circular exclamé- Oppugno!
En ese momento todos los escombros de las casas, piedras, trozos de madera, vidrios, botellas, todo, incluso pedasos de casas aun enteras se levantaron en el aire y comenzaron a girar creando un vortice cuyo centro era donde estaba yo con mis tres acompañantes, Ahora mi presa no escaparía, en ese torbellino habia de encontrar su muerte y fue cuando me di cuenta, que no solo el sino más parte del pueblo y sus pobladores serían arrasados. El demonio ya habia salido

Y estaba yo, esperando a que el saliera de su escondite, pidiendo misericordia por esos pateticos muggles y en vez de eso me encontre con que anulo todos mis hechizos y luego simplemente me sujeto y me arrojo con una increible fuerza y soltura.

Sin duda esa fuerza era sobrehumana y sin que ningun pensamiento llegara a mi, estaba por los aires hasta caer con un duro golpe en mi espalda, el dolor se irradio por todo mi cuerpo.
Por un momento me quede atontado, aturdido pero el dolor me hizo regresar a mi y me sentí furioso. El demonio quería venganza y la quería ya.

No me incorpore, pues me habia quedando sin fuerzas fisicas por el momento pero no sin fuerzas mentales y en este tipo de ocasiones agradecia tener la asombrosa habiliadad que poseía mover las cosas con la mente incluso sin verlas.

Me concencentre en el, sintiendo que corria hacia mi, lo detuve en el acto y lo arroje en sentido contrario. Todavia seguia tirado en el suelo pero sabia que el tambien lo estaba puesto que lo tenia agarrado contra el suelo.
¿Que debia hacer?. Podia huir, ciertamente, terminar con ese juego, recuperar mis fuerzas y luego regresar a buscarlo por la venganza, pero esta era una oportunidad de oro para mis propositos habia que aprovecharla y era muy orgulloso y necio como para simplemente huir.
Habia perdido mi varita con la caida pero la recupere rapido con mi poder. Me levante.
Le apunte y grité Incarcero!
Unas cuerdas salieron disparadas hacia el, rodeando todo su cuerpo incluido el cuello, atandolo de manos y pies.
Y luego lo hice flotar hacia mi con mi poder. Cuando estuvimos frente a frente. Grité Crució!
Y lo torture por un par de minutso y luego -Imperio!
Ahora responderas mis preguntas: ¿eres del circulo del fuego?. ¿Donde se esconden?

PEDAZO DE ...- grité lleno de rabia al ver que la maldición imperious que le habia lanzado, la resistia con impresionante fuerza y aun peor, aun tenía fuerza suficiente como para intentar liberarse de las cuerdas con las que lo tenía atado, y lo estaba logrando. Era increible ese tipo de fuerza no era comun en un humano normal, era absolutamente ridiculo que alguien pudiera tener tanta fuerza, eso eran cosas de otros seres sobrenaturales como vampiros u hombres lobos. ¿Sería acaso que el era algo más?, no un simple, no un simple mago.
¿Que debería hacer con el?
Sinceramente ya me estaba aburriendo, sus pateticos insultos, que pretendian provocarme, no habia de negar que francamente lo lograban y por eso mismo, quería acabar con ese asunto de una vez.
Alce mi varita, a el que flotante aun se debatia contra las cuerdas, le apunte directo al corazón y me prepare a gritar las palabras que le arrebatarian su miserable vida

Y justo cuando estaba a punto de mandarlo al infierno, ese infeliz se libero, sin duda el no era nada normal, ningun cualquiera, era peligroso, me intrigaba saber que era realmente, el problema era que se habia liberado y que comenzaba su huido no sin antes lanzarme dos hechizos que a duras penas pude bloquear, más logre mantenerme firme a pesar de lo imposibilitado de mi estado. Tenia que actuar rapido, necesitaba información, ya no podia atraparlo asi que se me ocurrio un movimiento alocado que si en caso remoto funcionaba me daría información.
-Legeremens- grité apuntandole

Y todo paso tan rápido, y mi nuevo amigo habia huido. Que pena, aun sentia ganas de jugar, más pude saber algo de el, tenía una hija, un dato interesante que tal vez me pudiera servir en un furturo. Me intrigaba saber que era aquel hombre pero ya se habia ido, no habia nada más que yo pudiera hacer, asi que resignadamente, lo imite, con un ligero plim desapareci.
Dejando toda la destrucción tras de mi